SOLO QUIERO QUE ME RECUERDEN CON MI MUSICA

"La luna esta saliendo, no hay tiempo que perder
Es hora de empezar a beber.
Dile a la banda que toque un blues y yo pago los tragos".
Tom Waits

lunes, 15 de junio de 2015

0098. JOHN MAYALL - A BIG MAN

  (Click en la imagen para escuchar)


Como pieza fundamental del blues británico, John Mayall es mucho más conocido por su papel como líder de banda o como formador de otros músicos que como intérprete. A lo largo de los años 60, su banda fue como el acto de graduación de muchos de los grandes músicos de blues ingleses, como Eric Clapton, Peter Green y Mick Taylor entre otros, quienes luego pasarían a formar Cream, Fleetwood Mac y The Rolling Stones, respectivamente.
Nacido cerca de Manchester en 1933, John fue parte de la generación reclutada por el Ejército Británico para la Guerra de Corea. De vuelta en Manchester fue a la Escuela de Arte y armó una banda, The Powerhouse Four. El padre de John era  guitarrista y su extensa colección de discos de blues y jazz proporcionó semillas fértiles para el crecimiento musical del británico.

El personal de Mayall casi siempre ha opacado sus habilidades. Haciendo su mejor esfuerzo para interpretar el blues Chicago, Mayall ha escrito todo su material propio, ha variado infinidad de ocasiones de formación y constantemente ha experimentado con otros formatos de banda, destacándose sus trabajos acústicos de finales de los años 60.
Mayall se trasladó de Manchester a Londres en 1963, siguiendo el consejo de Alexis Corner. Allí comenzó la ruta de los Bluesbreakers, llegando a contarse cerca de 15 formaciones diferentes entre 1963 y 1970. El debut de Mayall fue a comienzos de 1964 y a finales de ese año tenía su primer disco, con un sonido más parecido al rhythm and blues de The Animals, pero luego dio un giro hacia el blues con la llegada de Eric Clapton en 1965, quien había dejado a los Yardbirds para tocar estrictamente blues y los Bluesbreakers le daban esa libertad.
                                       Harry Muskee, Eddy Boyd, John Mayall           
                              
Para comienzos de 1966 la banda grabó con Decca lo que ha sido su principal trabajo, el cual estableció a Clapton como uno de los grandes guitarristas del momento. A mediados de ese año Clapton dejó la banda y formó Cream, ingresando Peter Green en su reemplazo, quien supo manejar el influjo de Clapton y se ganó el respeto del público. Pero ese talento no podía quedarse para un músico acompañante, así que Green abandonó el grupo en 1967 e integró Fleetwood Mac.

Entonces Mayall enlistó al joven guitarrista Mick Taylor, con quien los Bluesbreakers pudieron mantener su nivel de popularidad, a pesar de moverse hacia la fusión del blues, el jazz y el rock, con la adición de un grupo de vientos, orientándose también hacia un sonido acústico. Taylor, el último de los tres grandes guitarristas que tuvo Mayall, pasó a mediados de 1969 a los Rolling Stones. Justo en esa época el mercado de Estados Unidos comenzó a abrirle las puertas a los Bluesbreakers, haciendo que John Mayall se trasladara a Los Ángeles.

Ya en Estados Unidos, Mayall continuó con su popularidad. Su banda no ha sido estable, tanto que grandes músicos del blues de ese país han pasado por sus filas, como el guitarrista Harvey Mandel o el bajista Larry Taylor. Aunque en los años 70 grabó muchos discos, éstos no pudieron tener la misma calidad que los publicados en la década anterior. En los años siguientes vinieron algunas colaboraciones con artistas invitados, algunos de los cuales fueron miembros de los Bluesbreakers.

En varios álbumes Mayall explora fusiones con poco éxito  comercial, pero en 1982 Mayall partió  en una gira mundial con tres conocidos de Bluesbreakers, Mick Taylor, John McVie y el baterista Colin Allen. En 1985 constituyó una banda  simplificada con las guitarras de gemelas de  Coco Montoya y Walter Trouth, grabando 'Live Behind the Iron Curtain' en Hungría y luego el álbum de estudio 'Chicago Line'. Este retorno al blues clásico  se amplió con  'Wake Up Call" en 1993 y contó Buddy Guy, Mavis Staples y Mick Taylor. 
Otros trabajos  han incluido grabaciones con John Lee Hooker y Otis Rush.
 El álbum 2002 'Stories' se colocó entre los primeros en las listas de blues.

BIG MAN BLUES

Treinta y ocho minutos son suficientes para volverse a encontrar con la leyenda del blues británico, así sea en un disco que ha sido editado varias ocasiones con diferente nombre. Esa es la realidad, “Big Man Blues” es el mismo “The Adventures of John Mayall”, “Why Worry”, “Road Show Blues” o “John Lee Boogie”, ediciones en los que únicamente cambia el orden de las canciones y la foto de la portada, porque la calidad del sonido es exactamente la misma. Pero bueno, así es la vida, sobre todo en este mundo de la música en la que constantemente aparecen discos no oficiales.
En vez de despotricar de esa situación, echemos mejor un vistazo al material que encontramos en esta producción. Fue grabado en 1981 en Los Ángeles, con una banda que estuvo acompañando a John Mayall en gira durante cerca de un año y se curtió mucho del sonido que en esa época manejaba el músico inglés, que consistía en cierto alejamiento del blues tradicional, aunque esté presente su sonido, para incorporar muchos elementos del jazz, del pop y del rock, con los cuales Mayall solía experimentar en ese momento.
Ese sonido “contemporáneo” se percibe bastante en cortes como “México City”, en vivo, o “Lost And Gone”, en los que se esa búsqueda sonora en la que estaba Mayall, mostrándose como un gran líder de banda y usando todo su talento en la interpretación del piano, la guitarra y la armónica, último instrumento que se destaca en casi la totalidad del disco.
Algo que también hay que resaltar es que el disco no está a nombre de los Bluesbreakers, la tradicional banda de Mayall, pues en esa época el inglés estaba tratando de librarse un poco de ese influjo y estaba en constante cambio de acompañantes. En este disco participan James Quill Smith en la guitarra, Kevin McCormick en el bajo, Soko Richardson en la batería, Maggie Parker en voces y percusión, y Christiaan Mostert en la flauta y el saxofón.
Realmente vale la pena volver al Mayall de esa época, al Mayall que no le daba miedo experimentar ni cambiar, en un disco que ha vivido varios cambios de nombre.

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