SOLO QUIERO QUE ME RECUERDEN CON MI MUSICA

"La luna esta saliendo, no hay tiempo que perder
Es hora de empezar a beber.
Dile a la banda que toque un blues y yo pago los tragos".
Tom Waits

lunes, 21 de marzo de 2016

0271. JOE BONAMASSA - PRISONER





Joe Bonamassa nace el 8 de mayo de 1977 en New York. Es el mismo día en que Robert Johnson, el genio que vendió su alma al diablo, habría cumplido 66 años. Como buen heredero del autor de Crossroads, Joe pasa por ser una de las mejores figuras en la historia del blues moderno y uno de los músicos más activos, con casi 200 conciertos al año y prácticamente una veintena de discos de estudio a pesar de su corta edad, pero también es uno de los guitarristas de rock e incluso heavy metal más destacados en la historia de finales del siglo XX e inicios del XXI. Además de una prolífica carrera en solitario, ha colaborado y formado parte de bandas como Black Country Communion, el afamado dúo con la cantante Beth Harth, etc, ascendiendo al panteón de los "guitar heroes" por méritos propios.

Formación y primeros años

Joe Bonamassa creció inmerso en el mundo de la música y de la guitarra en particular. El padre de Joe era guitarrista y vendedor de guitarras, por lo que aprendió a reconocer una guitarra mucho antes de lo que cualquier niño reconocería un juguete o un caramelo. Eran, según sus propias palabras, parte del "mobiliario" familiar.
A los cuatro años, y con la influencia temprana de músicos de blues de la talla de Eric Clapton, Peter Green, BB King, John Mayall, Rory Gallaguer, Steve Ray Vaughan... Joe comienza su camino como guitarrista, sumando a estas influencias las del mundo del rock, destacando en sus influencias bandas como Free, Led Zeppelin, Thin Lizzy, o Gary Moore y aumentando su destreza a una velocidad pocas veces vista con una mezcla de estilos que, a la postre, sería definitiva en su formación como músico.
Difícilmente podría imaginar ese niño que apenas dos años antes había aprendido hablar que en poco tiempo estaría tocando en grandes escenarios con las leyendas que habían forjado su propio estilo. Para Bonamassa el instrumento se convirtió en una extensión de sí mismo, lo que le convirtió pronto en un niño prodigio y auténtica promesa en el mundo de la música, pero especialmente en el mundo del blues, necesitado de una renovación pues apenas surgieron nuevas figuras de talla internacional desde la aparición de SRV. 

Según sus conocidos, Joe ya era un auténtico blues man con apenas diez años. A esa edad comienza a dar conciertos en pequeños locales de blues, actividad que le permite disfrutar de la música en directo y completar su formación mediante la sinergia con músicos que en ocasiones eran profesionales.
Sin embargo, a los 12 años, y tras estudiar con Danny Gatton, su carrera explota definitivamente, al pasar a ser una especie de fenómeno de "freak show" similar a los que podemos contemplar hoy en día en YouTube con niños virtuosos de la guitarra, pero con la diferencia de que Bonamassa no tocaba tras una pantalla, sino que lo hacía en grandes festivales junto a las figuras más importantes de la historia del blues, como BB King, Danny Gatton o Robert Cray. Joe se convirtió en una figura emergente en el blues que todo el mundo quería ver. El hecho de ser homenajeado en televisiones y radios no hizo mella en su afán de convertirse en un mejor músico ni provocó que se acomodara o se estancara en el nivel que ya había logrado. De hecho, en esa época Joe ni siquiera había comenzado a cantar, faceta que desarrollaría en años posteriores.
En aquella época, Joe tenía un sonido mucho más tradicional, más pausado y quizás más relajado, careciendo de la garra que posteriormente adquiriría con la creciente influencia del rock y heavy metal en su estilo. Clásicos como Muddy Waters o Robert Johnson estaban mucho más presentes en su estilo basado, principalmente, en el uso de las pentatónicas (con predominancia de la pentatónica menor y la escala de blues), y sin la alternacia de otras escalas y modos que posterioremente utilizaría. A este respecto habría que destacar influencias menos conocidas y presentes en la formación de Joe, comoJethro Tull, lo que explica la mayor complejidad de sus composiciones.
Respecto al mito de que Joe es un guitarrista totalmente autodidacta, debemos comprender que su propio padre era guitarrista, y que comenzó a aprender a los cuatro años. Posteriormente, recibiría clases del gran Danny Gatton, una de las figuras cumbres del blues. Sin embargo, el propio Joe afirma no tener conocimientos de armonía o de solfeo, pero evidentemente conoce a la perfección el manejo de diversas escalas. Hemos de tener en cuenta que su nivel cercano al de un músico profesional con experiencia con tan sólo 12 años, obedecía a una formación constante aunque no fuese académica. Podría decirse en este sentido que los hados conjuraron para hacer de Joe Bonamassa una de las grandes figuras de la historia de la música moderna.

En su adolescencia, Joe "smokin" Bonamassa, apodo con el que era conocido en el circuito internacional de blues, se traslada a California y forma la banda Bloodline junto a los hijos de Miles Davis, Berry Oakley(bajista de Allman Brothers) y Robby Krieger (The Doors) quienes mostraron un gran talento, aunque jamás alcanzaron el éxito ni el estilo personal y único de Bonamassa, quien curiosamente era el único miembro de la banda cuyos padres, músicos, jamás habían alcanzado el éxito. 

Bloodline, con evidentes influencias de blues y el rock británico, incorporaban también elementos de funk y jazz, y obtuvieron un éxito local nada despreciable, considerando que los miembros del grupo eran adolescentes. 
De hecho, una gran figura del blues, Warren Haynes (The Allman brothers band y Gov't Mule) avalaría el álbum, realizando una breve colaboración en el disco homónimo de la banda (Bloodline, 1994), único que lanzaron antes de separarse, y cuyo single llegó a alcanzar el número 32 de la lista Billboard en USA. 
Tras el lanzamiento de su primer LP, la banda consigue un contrato para telonear a Tesla y Lynyrd Skynyrd, lo que sitúa a Joe en el punto de mira de la industria musical y la crítica cuando apenas contaba con apenas 17 años.
Sin embargo, como suele ocurrir con los primeros proyectos, Bloodline termina disolviéndose, y Joe comienza a interesarse por desarrollar su faceta como frontman, lo que termina empujándole a iniciarse en el canto y cambia drásticamente su carrera musical, dotándole de una independencia que le permitirá desarrollar su estilo y sus propias composiciones en años posteriores.



El camino hacia la gloria

Tras diversos años rodando por los escenarios con homenajes a los grandes bluesman y entrenando su faceta vocal, Joe comienza a mostrar un mayor interés en sus influencias rockeras, sin dejar de lado el blues. Su sonido se vuelve más personal, asociándose su figura con Les Paul. El toque de Joe cada vez tiene más garra y es menos tradicional. El niño se ha convertido en un hombre, y su música crece a la par. La influencia de Gary Moore está cada vez más presente, aunque el sonido de Joe es menos filoso y más cargado de graves. Joe, sin perder de vista el lenguaje pentatónico habitual del mundo del blues y el rock clásico, incorpora poco a poco otras escalas más utilizadas en el mundo del rock y del metal, utilizando incluso ciertas sonoridades orientales.
A la vez, su voz gana consistencia y se descubre como una potencial fuente de recursos para hacer de su música algo mucho más personal. Durante varios años la discografía de Bonamassa permanece en silencio, mientras se gesta la creación de su primera obra en solitario, en la que sorprende a propios y extraños al alejarse en gran medida del sonido del blues más clásico.

Llegamos así a los años finales de la década de los 90, en los que Joe Bonamassa conoce a Tom Dowd, una leyenda en el mundo de la producción musical que había trabajado previamente con artistas como Aretha Franklin, Eric Clapton, Coltrane, Ray Charles… Pronto ambos descubren que además de la pasión por la música les une una forma similar de entender el negocio y terminan siendo amigos y colaborando juntos en lo que será el primer disco en solitario de Joe Bonamassa y un punto y aparte en su carrera. Se trata de "A New Day Yesterday", publicado en el año 2000. 
A pesar de las influencias notorias del blues más clásico, del que tiene incluso versiones ejecutadas con una madurez encomiable, existen diversos elementos que alejan el trabajo de Bonamassa del blues tradicional, lo que provoca que existan dos vertientes que acogen de forma muy diferente este trabajo.
La crítica especializada en blues y los adeptos más herméticos del estilo criticaron el trabajo de Joe por considerar que, si bien se mueve en el ámbito y las armonías más clásicas del blues, su estilo más agresivo y su sonido con una mayor ganancia y uso de la distorsión, no es "blues puro".
En cambio, buena parte de la crítica y muchas personas que estaban esperando el resurgir del blues con una figura que aportara una visión diferente y menos estandarizada y arquetípica acogen el primer trabajo de Joe con alegría, convirtiéndolo en un mito a pesar de que su éxito comercial aún no ha alcanzado las increíbles cifras que posteriormente le convertirían en una figura mundial. En su país pasa a entrar en el top 10 de ventas dentro del ámbito del blues, pero fuera de los Estados Unidos, Bonamassa es aún un "desconocido" fuera de los sectores más cercanos al blues. 

Tras una macrogira que se extendería durante casi 2 años y alzaría su figura como astro del rock-blues, lanza su segundo disco, "So, It´s Like That" (2002). En este trabajo, Bonamassa abandona el formato cover para destacar como compositor y deja fluír una mayor potencia, siendo menos comedido y mejorando su faceta como vocalista, con una voz suave pero muy emotiva. El sonido del disco, a cargo de Cliff Magnes, es muchísimo más contundente, pero a la vez más melódico y moderno, reflejando mejor el buen hacer de la banda y del propio Joe en directo. Esa combinación aúpa a Bonamassa a los primeros puestos de las listas y logra que entre en un terreno habitualmente vedado en el mundo del blues, el mercado del soft-rock.

2003 y 2004 supusieron una falsa época de descanso para Joe, pues publicó Blues Deluxe, un álbum íntegro de versiones de todos los tiempos en el que recupera la esencia del estilo aportando su virtuosismo y capacidad y espantando las críticas de quienes le acusaban de acercarse al mundo del pop, y Hard to Cry Today, quizás una obra menor para los medios (tal vez por la comparación interpretativa con Blues Deluxe, un auténtico clásico de covers) con una composición más sencilla, pero muy blusera, y varias versiones, continuando su tónica habitual. De nuevo hay un acercamiento al blues que parece reconciliar a Bonamassa con un sector crítico que le acusaba de ser un "virtuoso" y utilizar demasiadas notas. 
De hecho, Joe se convierte en un activista, con diversas iniciativas para acercar el estilo a los más jóvenes y así lograr mantener viva la llama azul y melancólica del estilo base de la música moderna.
Por supuesto, las giras de Bonamassa y su banda continuaban sin cesar, y aunque estos discos no alcanzan los primeros puestos en Billboard, su buen hacer, su personalísimo toque, y su voz, le convierten en una referencia en el mundo de la música aún antes de los sucesivos bombazos que alzarían su figura al Olimpo de los bluesman.



Figura de talla mundial


En 2006, Kevin Shirley, uno de los grandes mitos de la producción, que había trabajado, entre otros, con Led Zeppelin y Aerosmith, se une a Bonamassa para cambiar la historia musical e introducir elementos de otros estilos que serían clave en el desarrollo del músico y su carrera, lanzando al mercado los tres discos que le convertirían en un mito, no ya del mundo del rock, sino de la guitarra y de la música. Estas tres obras maestras del blues-rock muestran otra faceta, incluyendo incluso riffs de corte oriental al más puro estilo Deep Purple, elementos sinfónicos, incidiendo muchísimo más en la faceta vocal, ampliamente mejorada, de Joe, y con un sonido más eléctrico y menos clásico. El tono de la guitarra de Bonamassa se convierte a su vez en un estandarte, a la altura del tono de guitarristas como Van Halen o Eric Johnson. Ese tono con filo, con un sabor clásico, que puede pasar de una ganancia casi inexistente a una distorsión pasional que arranca el alma del cuerpo y la transporta a dimensiones antes desconocidas, pero que a su vez lleva la carga justa de graves para hacer vibrar el corazón y empujar las notas, dotándolas de mayor presencia y fuerza. 

Esta genial época comienza con You & Me (2006), que recibe críticas furibundas por su acercamiento al rock e incluso al pop, y el uso de solos vertiginosos, siendo incluso "suspendido" en publicaciones especializadas. Paradójicamente, el álbum alcanza el número 1 en la lista Billboard de discos de blues, y acerca a Joe al exigente pero abierto público de blues-rock, además de provocar su aparición en medios internacionales, obtener colaboraciones en festivales, y granjearle el respeto de las publicaciones especializadas en el ámbito de la guitarra eléctrica más allá del blues.
Django, uno de los temas, se convierte en uno de los himnos de Bonamassa, siendo un tema bastante alejado del blues en sus raíces armónicas, pero con un toque eminentemente bluesy. En ese sentido, podría recordar a bandas como Dire Straits, y también deja traslucir su adicción al rock clásico.

Con tan sólo un año de diferencia, Bonamassa publica Sloe Gin (2007), un disco cuyo título hace referencia a una canción del músico Tim Curry, y que incluye temas propios combinados con versiones que cada vez distan más de los temas originales. Joe ya no parece resignarse a hacer "covers", sino que implementa por completo su estilo y reinventa los temas. La interpretación es simplemente exquisita, y salvo un sector de la crítica tremendamente hermético, público y crítica se rinde a sus pies. Con este LP, que de nuevo es número 1 en la lista Billboard de blues, Joe asalta el Reino Unido por la puerta grande, y grandes músicos, iconos del "blues blanco" de las islas, se rinden a su capacidad para crear temas e interpretar con pasión e inteligencia. 


En el lapso que transcurre entre ambos discos Joe continúa girando incansablemente, pero prepara otra obra maestra que termina de situarle en el panteón del rock, y que le acerca al mundo del hard rock, con el que termina teniendo una fructuosa relación de la que posteriormente hablaremos.
Se trata de The ballad of John Henry (2009), un disco que parece pulir todas las pequeñas imperfecciones antes vistas, y que nos muestra a un Joe mucho más centrado en la composición, y con un carácter propio inconfundible. Una de las versiones del disco, Stop, inmediatamente pasa a ser considerado un clásico entre los clásicos, superando según muchos críticos toda referencia al tema original y, por supuesto, repitiendo éxito en la lista de blues de Billboard. Las armonías crecen en complejidad, anunciando con riffs más potentes la posible incursión, finalmente realizada, de Joe en el mundo del heavy y el hard rock con la super banda Black Country Communion.


Colaboraciones y número uno en ventas en el Reino Unido

The Ballad of John Henry acerca a Joe a estandartes del hard rock, como Glenn Hughes, lo que finalmente fructifica en una relación que explota en 2010 con el lanzamiento de Black Country Communion, álbum homónimo de una "super banda", formada por componentes de diversas bandas (Hughes de Deep Purple, Derek Sheriniam de Dream Theater y Planet X, Jason Bonham, hijo del baterista de Led Zeppelin y estrella del rock).
En su carrera con BCC, que consta de tres discos (BCC, BCC2 y Afterglow) alabados por la crítica, y que recupera el espíritu del hard rock de los años 70, Joe se ocupa de las guitarras y parte de las voces. Muestra un lado mucho más virtuosístico, enraizado en el rock duro americano, incluso en el heavy metal, pero su sonido es reconocible. La banda no se prodiga en directo, algo que parece ser tiene que ver con la apretadísima agenda de Joe, quien compagina estas apariciones con las de su carrera en solitario y otro proyecto en solitario del que ahora hablaremos.

La carrera de BCC termina abruptamente con discusiones entre los miembros, que incluso se hacen públicas en twitter, culpabilizando principalmente a Bonamassa por su supuesto carácter de divo. La relación termina tan mal que incluso Joe prohíbe a la banda continuar con el nombre de BCC, granjeándose su enemistad, y la de los incondicionales de la banda, que pasaba por ser una de las mejores de la historia reciente del rock. 

Durante su estancia en BCC y antes de su ruptura, Joe tiene tiempo de sacar dos álbumes. Black Rock (2010) alcanza de nuevo el número 1 en la Billboard de blues, aunque la comparación con su anterior disco, The ballad of John Henry, tal vez hace que desluzca. Sin embargo, se trata de un buen trabajo, con un puñado de temas interesantes, aunque no tan memorables como los de los dos discos anteriores, pero que contiene un interesante duelo con uno de sus ídolos, BB King, el rey del blues.

En 2011 Joe publica Dust Bowl, disco en el que colaboran figuras como Beth Hart y Glenn Hughes, y que recibe una mejor acogida por parte de público y crítica, además de un buen número de ventas en Europa. La producción del disco de nuevo está cuidadísima, y temas como Slow Train crean pasajes memorables que Joe explotará en directo. 

Es precisamente en 2011 cuando Joe Bonamassa comienza a colaborar con la artista de soul y blues Beth Hart, otro mito de la música moderna que para muchos encarna la resurrección de la figura de Janis Joplin. Ambos músicos se conocieron en el pasillo de un hotel y se conectan de manera instantánea; el respeto y admiración mutua provoca que decidan lanzarse a crear discos de estudio para deleite de los fans.
La voz de Beth, una de las más destacadas en la historia moderna del blues rock, se complementa a la perfección con esa mezcla de estilos que encarna Bonamassa, produciéndose una sinergia que desemboca en un tándem prácticamente perfecto. Si bien Joe ha madurado su voz con los años, convirtiéndose en una figura de referencia, la incorporación de la artista estadounidense, que logró recuperarse de su adicción a las drogas y el alcohol con el agravante de sufrir un trastorno bipolar que ella misma desconocía, proporciona al proyecto un empaque y una madurez que cala hondo en prensa y público y forma un conjunto imbatible en directo.
Sin duda alguna, se trata de otra de las colaboraciones más fructíferas en el mundo del blues rock, siendo habitual verles juntos en los escenarios que ambos dominan a la perfección. Beth es una imparable fuerza de la naturaleza capaz de expresar cualquier matiz emocional con su voz, bien sea rasgando al más puro estilo del rock americano, o utilizando melodías dulces y melancólicas que reflejan lo mejor del blues y el soul clásicos.

En 2011 publican un LP titulado Don't explain, que hace un repaso de temas históricos del blues firmados por nombres como Etta James, Tom Waits, Ray Charles o Aretha Franklin. Las versiones I'd rather go blind, y I'll take care of you se convierten instantáneamente en un himno del dúo, existiendo múltiples versiones en directo que incluso llegan a superar la intensidad emocional del disco.
Esta obra supone un éxito absoluto que además lanza la carrera de Beth convirtiéndola de forma definitiva en un referente de talla mundial. Sus actuaciones en directo fluyen con pasmosa facilidad mostrando la capacidad de expresar de igual forma pasión, sexualidad, melancolía o rabia.
A nivel comercial el disco resulta todo un éxito, alcanzando el top tres de la lista de blues Billboard, y sembrando lo que a la postre se ha convertido en una colaboración constante.


En 2013 ve la luz otro álbum de versiones titulado Seesaw, que incorpora temas de artistas como Louis Armstrong o Melody Gardot. El álbum se coloca entre los 50 más vendidos en la lista USA de Billboard generalista y alcanza el número 1 de la lista blues de Billboard, aunque la crítica lo recibe con menos entusiasmo. Se podría decir que es un disco más regular, pero tal vez falten himnos como los citados en su anterior trabajo. 
La pareja continúa trabajando a día de hoy, habiendo publicado el presente año Live in Amsterdam, un disco de directo que refleja toda la potencia y la garra que el estudio no ha podido transmitir con la fidelidad que este tándem merece.

Por supuesto, Bonamassa continúa trabajando en su carrera en solitario, publicando dos nuevos trabajos tras el lanzamiento de Dust Bowl.
Driving Towards the Daylight es publicado en el año 2012, continuando la colaboración con el productor Kevin Shirley. El LP supone el 10º disco en solitario para la artista americano, sin contar por supuesto con los discos mencionados en colaboraciones diversas.
Supone una vuelta a las raíces clásicas de Joe, con un inconfundible sabor a blues y rock clásico y sin la carga y complejidad armónica de trabajos anteriores, pero sin perder en ningún momento su carácter y su timbre propios.
En esta ocasión Joe firma únicamente tres temas en labores de composición, versionando clásicos de la historia de la música del rock y del blues más clásico como el genial Robert Johnson, Bernie Mardsen o Tom Waits.
El disco supone la mayor hazaña comercial hasta aquel momento en la carrera de Bonamassa, alcanzando el número uno en las listas del Reino Unido, el 23 en números totales de ventas en Estados Unidos y repitiendo como número uno en las listas de blues de la Billboard.
Finalmente, en 2014 sale a la venta Different Shades of Blue, que al contrario de lo ocurrido en los últimos años únicamente contiene una versión de Jimmy Hendrix entre diversos temas cuya autoría corresponde al propio Bonamassa. El disco, lanzado en septiembre es a día de hoy un éxito absoluto de ventas y la carrera de Joe no para de crecer exponencialmente al igual que ocurre con su interpretación y reconocimiento mundial.

El nuevo disco de Bonamassa estará disponible desde el 25 de Marzo de 2016, vía Mascot Label Group, “Blues of Desperation” llega para tomar el relevo de su anterior entrega de estudio “Different Shades Of Blue”.
Esta nueva entrega nos dará 11 canciones sobre las cuales el propio Bonamassa dice: “Quiero que la gente escuche mi evolución como músico de blues-rock – alguien que no se duerme en los logros y que siempre está empujando y pensando en cómo la música puede evolucionar y mantener su relevancia”.  “Blues of Desperation” ha sido escrito y grabado en Nashville en los estudios Grand Victor Sound propiedad del productor Kevin Shirley con el que Bonamassa posee una ya larga relación, el propio productor comenta que la grabación de “Blues of Desperation” es una de las mas emocionantes que ha realizado últimamente.
“Blues of Desperation” estará disponible en un doble vinilo, con una edición especial en color plata además del habitual disco compacto.


Estilo y transcripción de licks

El estilo de Joe Bonamassa combina los elementos más clásicos del blues, como el uso de la pentatónica menor y la llamada blue note, así como la pentatónica mayor y la combinación de ambas escalas utilizando también el modo mixolidio y dórico (éste sobre blues menor), con una constante aplicación de la escala menor natural y el modo frigio dominante para dotar de mayor fuerza a las estructuras de sus canciones, especialmente en el V grado dominante.
A nivel armónico una de sus características principales es la introducción de la novena utilizada especialmente en ordenamientos o permutas que también son conocidas como bloques. Se trata de una vuelta de tuerca a un cliché musical utilizado prácticamente por todos los guitarristas, que en manos de Bonamassa suenan de una forma especialmente particular, siendo una de las claves de su éxito.
También hemos de destacar el uso de armonías orientales en momentos puntuales que aumentan el rango de elementos utilizados en su música y lo diferencian de los blues man tradicionales.
A diferencia de otros artistas de blues la impronta del rock en su estilo deriva en una mayor versatilidad que le ha permitido introducirse en el mundo del rock duro al más puro estilo de los años 70.

Este aspecto también se ve reflejado en su impoluta técnica de púa alterna, que le permite alcanzar velocidades vertiginosas con muchísima nitidez, algo que podemos observar a lo largo de su discografía, pero especialmente en sus discos con la banda Black Country Communion.
Su sonido estaba asociado a la marca Gibson, especialmente al modelo Les Paul, si bien ha utilizado diversas guitarras a lo largo de los años, destacando especialmente las FenderStratocaster y Telecaster, especialmente en los primeros años de su carrera. Actualmente posée modelos propios de Epiphone y GibsonLes Paul, destacando el modelo signature Custom Shop de Les Paul. Gibson ha anunciado el próximo lanzamiento de una guitarra modelo ES-335 Bonamassa signature. Igualmente, Seymour Duncan ha lanzado pastillas signature, aunque Joe ha utilizado otras marcas en sus guitarras. 
Su sonido media entre una distorsión matizada con en la utilización de efectos como la reverb y el delay y un sonido mucho más limpio y clásico, que denota la influencia del blues.

Joe siempre ha concedido el crédito de su sonido en amplificación a Eric Johnson, declarando que utiliza exáctamente el mismo set de amplificación. Uno de sus modelos favoritos es el Marshall Silver Jubilee 100W, fuera de fabricación desde hace años, si bien existen diferentes modelos que lo imitan. Según Joe, ese modelo obtiene la pegada y distorsión de Marshall con los limpios explosivos de los amplificadores Fender.
A día de hoy, Category 5 ha lanzado un modelo signature que ha pasado a formar parte del equipo de directo y estudio de Joe, junto a los modelos Marshall Class 5, y el amplificador de origen holandés Van Weelden Twinkleland. También existe un modelo signature llamado Carol Ann JB-100.
Como podéis observar, la relación de Joe con Marshall no es precisamente monógama, utilizando un set muy completo de amplificación que ha ido aumentando y variando con el paso de los años.

Por último, os dejo una transcripción de licks que espero sean de vuestro agrado. Algunos son piezas literales de temas de Joe, mientras que hay también alguna incorporación matizada para reflejar el "Bonamassa Style" y el uso de la novena sobre la escala pentatónica menor, un clásico en su arsenal.


Curiosidades, premios, descargas 

Joe fundó junto a otros músicos como Robben Ford o Ana Popovic http://keepingthebluesalive.org/, una organización que trata de acercar el blues a las nuevas generaciones para promover el interés de este estilo musical, logrando de esta forma que el bagaje cultural del blues y las raíces de la música moderna americana no se pierdan en la era en que la música es, principalmente, un producto comercial de consumo rápido.
Joe Bonamassa ha tenido la oportunidad de tocar en directo con casi todos los artistas que en su momento citó como referencia e influencia en su música.
A pesar de ser criticado por los "puristas" del blues, músicos como Buddy Gay o BB King han afirmado en diversas ocasiones que Bonamassa es un fenomenal músico de blues. Considerando que son dos de las más grandes referencias a nivel histórico, es lógico pensar que su opinión tiene más peso que la de algunos críticos, si bien es cierto que Joe no es "sólo" un músico de blues.
Joe es uno de los artistas más prolíficos en directo, por encima de bandas conocidas por esa faceta incluso en sus mejores años, como Aerosmith o The Rolling Stones. Joe ha llegado a dar más de 200 conciertos al año, rondando esa cifra de forma habitual. Él mismo describe el directo como su "entorno natural"

Joe también ha ganado premios de calado internacional y de música más comercial, destacando los premios Grammy junto a Beth Hart o el galardón proporcionado por los lectores de la afamada publicación Guitar Player, que le han concedido 5 años consecutivos el premio como mejor Bluesman, e incluso llegaron a galardonarle como el mejor guitarrista del mundo.
Joe tiene el récord histórico de artista de blues con más número 1 en la lista Billboard, 11.

Descargas:

La propia web de Joe Bonamassa ofrece una sección gratuíta de descargas en mp3, videos... a la que se puede acceder mediante la inscripción con E-mail en esta dirección http://jbonamassa.com/freemp3/