SOLO QUIERO QUE ME RECUERDEN CON MI MUSICA

"La luna esta saliendo, no hay tiempo que perder
Es hora de empezar a beber.
Dile a la banda que toque un blues y yo pago los tragos".
Tom Waits

martes, 16 de junio de 2015

0111. JOHN LEE HOOKER - BOOGIE CHILLUN

   (Click en la imagen para escuchar)

" Boogie Chillen " o " Boogie Chillun " es una de las primeras  canciones  grabadas por John Lee Hooker en 1948. La letra es en parte autobiográfica y alterna entre versos hablados y cantados. La canción se incluye  en su disco debut  y en 1949, se transformó en uno de los éxitos del R&B.
La canción comparte la moda de finales de los '40 donde este nuevo estilo de 'electric blues urban' era una adaptación de los tradicionales Delta Blues. Aunque tiene ciertos parecidos al  boogie, es más probable su asimilación a los Hill Country Blues  de North Mississippi. Hooker dio crédito a su padrastro, Will Moore, quien le enseñó el ritmo de "Boogie Chillen '" ("chillen'" es una aproximación fonética de la pronunciación 'children').

El trabajo de guitarra de Hooker inspiró a varios guitarristas conocidos para dedicarse a tocar este instrumento. Con su estilo de conducción y el enfoque en el ritmo, también se considera un precursor del rock and roll . El crítico musical Cub Koda denomina a la figura musical de la guitarra de "Boogie Chillen" como "el riff que lanzó un millón de canciones." Varios músicos de rock han modelado canciones exitosas, ya sea directa o indirectamente, basadas en las muchas versiones de "Boogie Chillen", como por ejemplo "La Grange" de ZZ TOP.
Clarksdale, Mississippi, a finales de la década de los treinta. Un muchacho ha de decidir entre la moral de su padre, reverendo, y la afición de su padrastro, el blues. No le costó mucho saber que sólo la segunda opción le serviría para no acabar trabajando la tierra como sus antepasados en una región que odiaba, el Delta del Mississippi: es el peor estado. Uno siente esa clase de tristeza cuando está allá abajo. Y así tenemos a un joven Hooker que tras dos intentos de establecerse en otro lugar (el primero, a los catorce años), recala en Detroit, donde la enorme cantidad de trabajo que demandaba la industria automovilística le ofrecía un sueldo seguro para vivir de día mientras tocaba de noche.

Y, sin embargo, a Mississippi y a su padrastro, Will Moore, le debería su éxito por una música que se desmarcaba de los referentes comerciales de finales de los cuarenta: Hooker tocaba un blues sin aditivos, profundo, despojado de todo lo irrelevante; de hecho, era un blues que no parecía blues, era más antiguo que los primeros discos de blues rural, intentando meter la mayor cantidad de impulso en el menor número de notas. Esta esencia no la toma de Charlie Patton, de Son House o Robert Johnson, no; al decir de Keith Richards, el blues, de donde él lo recoge, tiene que provenir de una generación anterior a donde los recogen todos los demás. Es una suerte de preblues. La explicación del propio John Lee Hooker es más sencilla: Lo tomé de mi padrastro, Ese ritmo era suyo. Simplemente está ahí. Y simplemente sale hacia afuera. 

Su primera grabación Boogie Chillen' (Los niños del boogie) es un claro ejemplo de lo que sería su estilo: apenas melodía ni armonía, únicamente tocar un riff mientras se improvisa una historia. Mitad cantar y mitad narrar. Da igual la longitud de los versos, su rima o no. Una guitarra eléctrica y un pie que marca fuertemente el ritmo, que recoge un micrófono enfrentando ex profeso su entrada al suelo. Y ahí empezó a tocar más rápido que los demás; ahí empezó su estilo, el boogie: después, todos lo copiaron.


John Lee Hooker, Clarksdale, Mississippi tocando la guitarra en Hastings Street en la década de los 50.
Imagen del archivo de Lawrence Cohn.

Y el tema: la fascinación que siente un crío por la música en un local famoso de Detroit, el Henry's Swing Club, de la calle más bulliciosa de la ciudad, Hastings Street. Un lugar que conocía muy bien y cuyos momentos mágicos donde se dan todas las circunstancias para seducirte en el calor de una actuación sabe transmitirnos muy bien esta grabación de estudio de noviembre de 1948, sin otro acompañamiento que él mismo, su guitarra y su pie.

Well my mama she didn't 'low me, just to stay out all night long, oh Lord
Well my mama she don't 'low me, just to stay out all night long,
I didn't care what she didn't 'low, I would boogie-woogie anyhow.
Sí, mamá no me dejaba pasar fuera toda la noche.
Sí, mamá no me dejaba pasar fuera toda la noche.
A mí no me importaba si no me dejaba, yo bailaría el boogie.woogie de todos modos.

When I first came to town, people, I was walkin' down Hastings Street,
everybody was talkin' about the Henry Swing Club.
I decided I drop in there that night.
When I got there, I say, "Yes, people"
They was really havin' a ball!
Yes, I know boogie chillen'!
Cuando llegué a la ciudad por primera vez, amigos, iba andando por la calle Hastings,
todo el mundo hablaba sobre el Henry's Swing Club.
Decidí dejarme caer por allí esa noche.
Cuando llegué, me dije, "Sí, amigos":
¡Se lo estaban pasando realmente bien!
Sí, ya lo sé, ¡los chicos del boogie!

One night I was layin' down
I heard mama 'n papa talkin'
I heard papa tell mama, let that boy boogie-woogie,
it's in him, and it got to come out
and I felt so good,
went on boogie'n just the same.
Una noche estaba acostado
y oí a mamá y a papá hablar,
oí a papá decirle a mamá: "Deja que el chico baile el boogie-woogie,
está dentro de él y tiene que salir".
Y me sentí tan vien,
y seguí bailando como siempre el boogie.

Y se lo hizo bailar a todo el mundo. El productor del disco, Bernard Besman, sabiendo del alcance que podría lograr lo que tenía entre manos, delegó su venta en el sello Modern, de Los Angeles, que podría encargarse mejor de una tirada nacional. Los números, expresivos por su exageración, hablan de un millón de copias vendidas. Lo que sí está comprobado son las doce veces seguidas que una radio de Nashville lo hizo sonar, que un dj. llamado B. B. King no hacía más que ponerla y que La Asociación de la Industria Discográfica de EEUU la ha incluido en la selección de las canciones más influyentes del siglo XX.

Aunque volvió a grabarla para el sello Vee-Jay, sería treinta y tres años después cuando le daría una vuelta de tuerca con la ayuda de Canned Heat para su disco Hooker'n'Heat (Rhino, 1981)


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