SOLO QUIERO QUE ME RECUERDEN CON MI MUSICA

"La luna esta saliendo, no hay tiempo que perder
Es hora de empezar a beber.
Dile a la banda que toque un blues y yo pago los tragos".
Tom Waits

lunes, 13 de julio de 2015

0172. LURRIE BELL - T-BONE BLUES

(Click en la imagen para escuchar y descargar)

"Sin música, la vida sería un engaño" 
Friedrich Nietzsche

Si hay un músico que sabe que la música tiene el poder de curar, de restaurar y de potenciar no sólo al artista sino al oyente, es Lurrie Bell.
Posee un talento único y profundo que personifica el blues eléctrico, pues lo lleva en su carne y en su sangre. Carey Bell, su padre, es uno de los armonicistas más reconocidos de Chicago. Guitarrista excepcional, Lurrie ha sido comparado con Otis Rush, por su carácter temperamental y melancólico, su errática carrera, sus problemas personales y sus divergencias con la industria discográfica . Sus actuaciones se asemejan a una ruleta rusa. Puede quedar preso de un ataque de ansiedad como convertirse en centro de atención por sus licks guitarrísticos que recuerdan a los legendarios Buddy Guy, Magic Sam u Otis Rush. 
El nacimiento de Lurrie Bell nos lleva hasta Chicago, Illinois (cuna del blues eléctrico) al 13 de diciembre de 1958. Siendo hijo de Carey Bell, su casa era un hervidero de música blues durante esos años. Leyendas del blues transitaban su casa para ensayar con su padre en el garage del hogar. Amplificadores, bajos, armónicas, baffles rodeaban su vida de niño. Tan así fue que a los cinco años comenzó a tocar la guitarra de su padre. Vio pasar a Eddie Taylor, Jimmy Dawkins , y Eddy Clearwater (su primo) ;leyendas  como Big Walter Horton, Sunnyland Slim y Muddy Water.

Aparte del blues, la radio proveía de música jazz, soul, country y rock & roll lo que le permitió a Lurrie aprender otros estilos para incorporarlos a su aprendizaje. 
Remarquemos que Lurrie permanece como un eslabón de una larga dinastía musical que incluyen a sus hermanos: Carey Bell jr (guitarra y bajo), Steve (armónica), James (batería) y Tyson (bajo) todos parte de Carey Bell Blues Band. 
Como ascendentes musicales paternos tiene a Eddie Clearwater (su primo) y al pianista Lovie Lee, a quien Lurrie consideraba su abuelo espiritual.
A los ocho años dejó Chicago y se fue a  Mississippi y Alabama a vivir con sus abuelos. En esos años tocaba en las Iglesias y aprendió sobre la música gospel y las tradiciones evangélicas. 
Lurrie Bell, Harmonica Hinds, Freddie Dixon and Joe

A los catorce años, regresó a Chicago, donde seguía aprendiendo técnicas tradicionales y contemporáneas de los músicos que acompañaban a su padre. Eddie Taylor y Jimmy Dawkins lo adoptaron como discípulo. Dice Lurrie: "Eddie Taylor fue uno de los bluesman que me enseñó a tocar la guitarra. Se sentaba a mi lado y me mostraba lo que yo necesitaba saber. Otros músicos que me cautivarían por entonces fueron Robert  Jr. Lockwood, Honeboy Edwards, Little Walter, Big Walter y Sonny Boy Williamson II".
"Fue Lovie Lee quien me presentó en un club nocturno en el South Side de Chicago por primera vez, cuando tenía catorce años". 

Mientras asistía al colegio secundario formó su primera banda de blues y durante 1977, año clave para la historia musical de Lurrie, debutó como bajista en dos trabajos de Eddie C. Campbell, para el álbum "King of The Jungle". También hizo su parte en un trabajo que realizó su padre para Delmark Records, para el álbum "Heartaches and Pains".
Poco después, y bajo la promoción de una productora alemana que los denominó la "nueva generación del Chicago Blues" formó "The Sons of Blues" con Freddie Dixon (hijo de Willie Dixon), Billy Branch (hijo de Ben Branch), Ellie Murray y otros. 
         Billy Branch & Lurrie Bell 2012. Pennsylvania Blues Festival.

El núcleo de esta formación se basaba en  Branch  (armónica), Dixon (bajo), Jeff Ruffin (batería) y Bell (guitarra). Tres pistas de la banda aparecieron en la compiliación de Alligator Records "Living Chicago Blues Vol. 3" de 1978. 
Poco después se incorporó a la banda de Koko Taylor, "Blues Machine" junto a  Johnny B. Moore. "Ese fue un gran paso en mi carrera. Con Blues Machine tocando y viajando por todo el país. Allí donde hubiera un festival de blues, allí estábamos. Una buena etapa vivida junto a Koko Taylor", afirma Lurrie.

Con sólo diecinueve años, Lurrie parecía predestinado a ser uno de los guitarristas más excepcionales de la nueva generación de bluesman de Chicago. Tan pronto como pudo salir de la sombra de su padre y de la generación del blues inicial de la ciudad de los vientos, los productores comenzaron a fijarse en él no solo por su voz típica del blues sino por su estilo de guitarra que asombró a propios y extraños. 
Entre los años 1977 y 1982 hizo distinto tipo de trabajos. Con su padre, en las antologías "Living Chicago Blues vol. 1" (Alligator, 1978), "American Folk Blues Festival" (L&R 1981), y en el L.P "Goin' on Main Street" (1982) y dos colaboraciones con Eddie Clearwater y con Lovie Lee que datan de 1980.
En 1984 habiendo dejado la banda de Koko Taylor sin haber editado ningún disco, participa junto a su padre en el LP "Son of a Gun" (Rooster). Su contenido se resume en media docena de canciones cosechadas en mayo y junio de 1982 al lado de Ellie Murray y John Ervin. 

Después de este trabajo, la historia de Lurrie Bell es otra. Como si fuese perseguido por los mitológicos cancerberos del infierno que azuzaban a Robert Johnson, Lurrie comenzó a no cumplir los contratos, fallando a los conciertos y dando la espalda a distintas actuaciones, sumergiéndose en una fuerte depresión nerviosa (la historia de Otis Rush veinte años después). 
Por espacio de tres años permanece fuera del circuito musical de Chicago, tocando sólo en presentaciones callejeras en el mercado de Maxwell Street, usando la música como catarsis para que aliviara los sinsabores de la profesión y de la fama. 
"Descubrí que no podía aguantar una gira completa y las cosas fueron de mal en peor. Melvin Taylor (otro joven guitarrista de blues callejero) me ayudó mucho a encontrar mi lugar en esta escena del blues de la calle. La manera en como transcurre la vida, las personas, el ambiente, ese modo tan tradicional de entender las cosas, ese viejo sonido del blues....todo aquello me ayudó para bien repercutiendo favorablemente en mi salud permitiéndome sortear esa dura crisis emocional", afirmó Lurrie.

En 1989, participa en algunas colaboraciones para trabajos de su padre con el sello británico JSP y por fin el lanzamiento de un trabajo propio: "Everybody Wants To Win" (JSP) un disco acompañado por toda su familia, que encierra versiones de temas de Albert King, Chuck Willis, Muddy Waters, y Junior Parker, aunque la magia no es la misma que antaño. 

A inicios de los '90 su mundo otra vez se desliza cuesta abajo. Su lucha contra los demonios internos vuelve a internarlo en una crisis personal y su enfermedad que arrastra desde niño lo sume nuevamente en el infierno. Bell dice que durante mucho tiempo su vida ha sido confusa. “Tuve un accidente, una conmoción cerebral, cuando era niño y permanecí durante seis meses en el hospital. Sus efectos han permanecido conmigo durante muchos años, lo que me deprimido de cierta forma pues siento que no encajo en la sociedad”.“Cuando toco la guitarra o la armónica, o canto una canción, la depresión desaparece. La música me hace sentir que todo marcha en orden”, comenta el artista.
Otra vez a empezar. Los primeros años de la década de los '90 tocaba de tanto en tanto, en un local de música inaugurado por Koko Taylor, The Koko Taylor's Chicago Lounge, en la zona norte de la ciudad, hasta que Delmark lo citó nuevamente para grabar un álbum. De allí surgió "Mercurial Son", producido por Steve Cushing. Como buen compositor, Cushing atrapa la melancolía del que se sabe el eterno valor en las sombras combinado con la maestría musical de Bell. 

Participó del Festival de Chicago Blues en 1996 y grabó una secuela para Delmark, "700 Blues" donde mixturiza textos originales con ritmos cuasiafricanos teñidos del blues urbano.
Versionando a B B King (I have got papers on you) a Gatemouth Brown (She walks night in), a Jimmy Reed (Found Love), a Muddy Waters (Honey Bee), Howlin' Wolf (How Many more years) con una técnica y un etilo propios, trata de recuperar aquellos tiempos iniciales que lo pusieron en la escena grande del blues de Chicago. 
Su último trabajo para Delmark es "Blues in my soul",produced by Dick Shurman (Johnny Winter, Albert Collins, Jody Williams) and featuring Lurrie’s Chicago Band (Matthew Skoller, Melvin Smith, Willie Hayes and Roosevelt Purifoy).


Blues in my soul se compone en su mayor parte, de las interpretaciones de Lurrie de diversas canciones de blues clásico. Las 14 canciones incluidas aquí fueron escogidas por Lurrie de una lista de más de 200 canciones que habían sido sugeridas por el productor Dick Shurman. El material es tan cómodo que es difícil imaginar a alguien más que sea Bell quien los realiza.

Las curvas de notas individuales atormentadas que caracterizan el trabajo de guitarra de Bell arrancan en Blues in my Soul  con una versión del tema de T-Bone Walker,  "Hey Hey Baby". Sus líneas de guitarra que son pura emoción, el juego es vocal e intensamente personal. En Blues in my Soul , Bell se encuentra al frente de su banda de estudio de primera clase: Mateo Skoller, armónica; Roosevelt Purifoy, teclados; Melvin Smith, bajo; y Willie Hayes, batería. Este conjunto se complementa con el virtuosismo de las seis cuerdas de Bell.
Es el blues que está en el alma de Lurrie Bell, eso es seguro. No hay una emoción humana a la que Lurrie Bell no se haya enfrentado. Ya se trate de la penuria, el exceso, el amor, la pérdida, la locura, la muerte o la vida. Estas son las realidades y las texturas de los blues de Lurrie.  Si Lurrie Bell no existiera, los blues tendrían que inventarlo.

"Cuando tocás blues podés relacionarte con cualquier persona en cualquier lugar del mundo. Podés hacer un show en cualquier lugar, e incluso podés no entender lo que la gente te dice, pero si tocás blues podés entender cómo asociarte a esas personas. El blues es un lenguaje universal. No importa de dónde sos, cuál es tu cultura. Si tocás el blues, entonces la gente va a entenderte". (Lurrie Bell para el Diario Página 12).



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